Let’s face it. La fuimos a ver sólo porque teníamos entradas gratis y había que ocuparlas antes que terminara el año. #Corta
La cosa es que no teníamos mucha alternativa, ya que veníamos con el precedente de que los spin-offs que se habían realizado anteriormente en este tipo de películas no resultaban, eran fomes y ya saben… Mal.
Pero la verdad es que el panorama se vio auspicioso desde el primer minuto, aunque no diremos que la película es lo mejor que se ha hecho hasta el momento, pero funciona para lo que pretende.
El Gato con Botas es un personaje que se incluyó en la secuela de la genial Shrek, como un asesino a sueldo contratado por el padre de la Princesa Fiona para eliminar a su yerno ogro. Resultó que el Gato se convirtió en un útil sidekick para Shrek y Burro, transformándose en uno más de la pandilla.
Este gato – interpretado por Antonio Banderas tanto en Inglés como en Español (coño) – tiene varias características especiales. Además de burlarse épicamente del Zorro (también personificado por Banderas), el Gato es un seductor empedernido de mininas, un peligroso espadachín que se dice que toma leche entera (Badass) y que persuade a su enemigo con una tierna mirada que deja a todos locos y casi enfermos de diabetes (Ya saben, diabéticos NO controlados, absténganse).
Tal popularidad ganó, que la productora inteligentemente pensó en hacer una película sólo para él, pensando en cómo fue su vida antes de conocer a Shrek y Burro. Vemos a este Gato en un principio todo colérico y aburrido, buscando algo que hacer y buscado por la ley. En esas se entera que si le roba unos frijoles mágicos a un matrimonio (que a todo estos son más feos que pegarle a la mamá) podría encontrar un tesoro que lo haría millonario por siempre. Atraído por la idea, el Gato busca aquellos frijoles que lo llevarían a la fortuna eterna, pero todo se le chinga porque aparece una Gata que le arruina todo y tiene que enfrentarse a ella para poder ser el único dueño de esos frijoles.
Esta parte nos encantó de verdad, porque llega a un bar de gatos donde todos los Cat lovers morirán al ver muchas cosas que los gatos hacen que son tiernas y graciosas y morirán y leseras. Lleno de guitaras españoladas, baile, peligro y sensualidad, Gato conoce a Kitty (Salma Hayek) la gata sin garras (pooobre). Pero no se engañen, la gata es la más seca de todos los lanzas que hayan conocido o les hayan robado a ustedes en el centro, le embarro.
Lo penca es que se da cuenta que la minina trabaja para un Huevo andante (no es broma) llamado Humpty, interpretado por Zach Galifianakis (Alan en The Hangover 1 y 2), que resultó ser el compañero de juventud de Gato. Era entero chúcaro este huevo, porque era inteligente, pero no tenía motricidad fina, entonces necesitaba la agilidad de Gato para poder cometer sus fechorías y llegar a cumplir su sueño dorado: tener los frijoles mágicos y ser ricos. Acá hay un flash back graciosísimo donde vemos los inicios de Gato al orfanato donde conoció a Humpty y donde sale mi tía Laura adoptando a Gato (xD) y cómo él y Humpty pelean y no se ven en años.
Acá comienzan las aventuras de este trío de ladrones, donde se enfrentan a los feos, peligros con plantas gigantes, mucho Doko y bailes sensuales y demases. La película divierte harto con las tallas gatunas y saca risas. Aunque ¡OJO!, no es tan para brocacochi’s como la pintan, igual hay tallas bien adultas y que los niños de estos tiempos no cachan nada (NOT). Sino fíjense en la escena de la cárcel (para qué contarles si más de alguno se sentirá aludido con esa talla llena de Doko).
Igual nosotros la vimos doblada, pero tiene un casting en inglés que es la muerte (Guillermo Del Toro, perro!), pero igual Don Anthony la lleva en el doblaje en español, porque él sabe reírse de sí mismo y uno lo sigue todo el rato. La peli dura 90 minutos cronometrados, donde uno se ríe y disfruta el momento. Los créditos son mononos y tiene un final emulando lo épico pero que resulta gracioso. Aunque igual penita una parte; de esas típicas donde en el final los cretinos se redimen.
Valentín y Michelle (la Gatita mala) |
La mejor virtud de la película es que, sin tomarse en serio la historia, tampoco se subestima; aunque la tremenda mezcolanza de leyendas de las historias infantiles aunque nunca tan cuática como en Shrek.
Premio al Doko por uno de los mejores Spin-off del año. Pero que no se les suban los humos a Dreamworks, por que el 2011 no fue un año de grandes estrenos.
PD: Lo mejor de la película fue este fucking cat que nos hizo reír hasta.... VEANLO!
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